Desearía diez minutos de absoluto silencio. Respiraría en el ritmo que los latidos de mi corazón marcaran. Cerraría los ojos a la luz y abriría la piel al aire y el espacio.
Se borrarían los límites de mi cuerpo y me fundiría con el cielo y la tierra en el más hondo abrazo de dulce sonrisa. Dormiría la más tierna siesta de las últimas tardes de verano y en mi vientre florecería una malva flor.
Un silencio como el que describes es el que merece la pena, el que todos en un momento u otro necesitamos....Brindo por un silencio como éste!!
ResponderEliminarBesote
callo..sshhh.
ResponderEliminarYo también necesito ese silencio, me conformaría aunque sólo fueran cinco minutos. Mi ánimo lo necesita.
ResponderEliminarUn beso