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SUEÑOS

Cada noche echo el cierre a mi fingida realidad
con estruendo de deseos incumplidos
e imagino que me voy de vacaciones.

Delgada, rica y escultural,
dormito al sol de una playa incierta,
descansando mil vanidades con hastío.

Poco a poco, el color se oscurece,
grita el viento convirtiendo las nubes
en la caja de plomo perfecta.

Un maremoto, un tsunami; suavemente
alzo el vuelo y busco a mi familia
( mis hijos ) entre olas y gente.

Y tu nunca estás allí.
Nadie está allí, sólo yo estoy.
Todo se pierde, pero yo salvo mi mundo.