causa un dolor más sublime en el alma humana
que la maldad mental.
La lúgubre mariposa de aceite alarga su sombra.
Una blanca mantilla ciega sus ojos
y silencia su boca.
Esposadas sus muñecas
con rosarios de plata y nácar.
Dulce y abnegada,
sobre tu altar,
la tanagra.
Bueno... lo reconozco: me he pasado un buen rato investigando a la famosa Beocia. Pues, de entrada, me parecía una Venus del paleolítico... pese al color y al fondo............ y me fastidia reconocerlo, pero: no he entendido nada..... Cura de humildad.
ResponderEliminarbesos
ayssssssss si empiezas con la palabra maldad....mal asunto...algo malo te ha pasado pues noto frias tus palabras...
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