Parece que el arroyo manda callar a los pájaros como si fuera un anciano al que molesta tanta algarabía, pero el viento entre los chopos los defiende y casi silencia al agua que corre sin prisa y eligiendo cada piedra que rodea.
Como si fueran ecos del reloj de la torre suenan las esquilas de las ovejas, y en la lejanía, buscando con la mirada el ocaso, se adivina más que se escucha. el ladrido de algún cancervero de vacas y gallinas.
Siguen cantando, trinando, silbando, gorgeando todos los pájaros de mi mundo, como si fueran niños en el patio del colegio.
En el hueco oscuro y húmedo de la escalera de mi patio con líquenes, pelusa de chopo y pequeñas ramitas, están fabricando un nido.
"Retoñarán aladas de savia sin otoño
ResponderEliminarreliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida."(M.Hernandez)
Tus palabras me recordaron este trozo de poema...
Me encantó tu post,porque me recuerda que sigue quedando vida.
Un besazo.:-)
Que hermoso post, lleno de reconocimiento de las cosas mas bellas de la vida. Saludos.
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