El almanaque dejó caer
la invernal hoja de enero.
La sombra del árbol
se alarga y crece.
Tibiamente florecen los bulbos
y rebrotan incansables los rosales.
Los ánades señalaban en el cielo
el camino de vuelta a casa.
Me he sentado al sol a leer
y he cubierto mi cabeza
con la sombra de la paja.
El reloj hace tic-tac
pero está atrasado.
Las horas, los días,
los marca el píar de los petirrojos.
Los perros están en celo
y esta noche auyarán.
El reloj hace tic-tac
pero está atrasado:
¡Hoy es un almendrado
día de marzo!
Como dice el refran, no por mucho madrugar amanece mas temprano. Pero la mente humana es tan maravillosa que puede desafiar lo que el mundo fisico nos impone. Que hermoso que es soñar y sentir una primavera anticipada. Un abrazo.
ResponderEliminarCreo que te conozco mucho, Tesela... bonito sitio éste.
ResponderEliminarUn beso