De tu mano contempla
las sombras del techo:
película de ocho milímetros
en tonos de grises,
sobre blancos y negros.
Cortinas corridas,
persianas echadas.
Bajo tus sábanas
se ensuciaron sus manos,
su vida y su boca.
Y aquella tarde de verano,
la siesta prendió
la culpa en su pecho
con un imperdible rojo anaranjado.
La culpa es mala compañera...
ResponderEliminarQue se abran las persianas y se pierdan los imperdibles.
Besos culpables.
No hay culpa cuando no hay pecado,hermana...
ResponderEliminarTouché...
Mi cariño...
Escribes de lujo... es una locura...
ResponderEliminarMe encanta tu blog...poeta¡¡
Escucha mi homenaje radiofonico a michael jackson:
republica libertaria de las tortugas